domingo, 1 de enero de 2012

El dragón y el arquero (capitulo IV)

Martin, quiso comunicar a su capitán lo que le había dicho el viejo. Pero sintió miedo de lo que pudieran hacerle a la mujer. Contra toda norma, abandonó a sus compañeros y se adentró en lo más profundo del bosque, la pena por desertor era la muerte, pero no pensó en eso, prefirió arriesgarse a ayudar antes que ser participe de un asesinato.

Después de tres días infructuosos, cuando ya había perdido toda esperanza, encontró a un niño recogiendo leña. Se acercó y le dijo.

-    Hola, ¿Cómo te llamas?
-    Idgir.- dijo, el pequeño.
-    Busco a una mujer que esta próxima de tener un bebé, ¿puedes ayudarme?-dijo Martin intentando ocultar su arco para no asustar al niño.
  
El pequeño Idgir, asintió con la cabeza y continuación dijo:

-    Mi madre traerá en breve un hermanito. ¿Quizás la busques a ella?
-    ¿Cuántos hermanos sois vosotros?
-    Conmigo seis.

Martin sabía que estaba a punto de encontrarla, lo que aún no sabía era como actuar. No podía volver con sus compañeros, y comprendía que era cuestión de tiempo que el capitán lo descubriera todo.

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